15/6/09

Este Proyecto

Siempre existirá una necesidad en cualquier persona que se precie de ser un lector por descubrir, comprender, disfrutar, y hacer propias nuevas expresiones artísticas. En el caso particular de la literatura y en específico de la poesía, que tiene un círculo de difusión menos amplio que el de la narrativa, no siempre es fácil estar en contacto con el día a día de la nueva poesía escrita por jóvenes desconocidos alrededor del planeta; ya sea por razones geográficas, económicas, o de mercadotecnia se trata de una obra que desafortunadamente permanece sin difusión.
Afortunadamente, con la aparición de internet se han vuelto mucho más accesibles las bases de datos, las bitácoras personales, los diarios electrónicos, la creación de innumerables sitios destinados a la difusión de la labor que están haciendo nuestros nuevos poetas alrededor del mundo.
Sin embargo, ahora parece presentarse una paradoja: pues ante la aluvial información y exposición inimaginable de material a la que se ve uno expuesto como lector también surge, en este momento, la imperiosa necesidad de establecer nuevas formas de agrupar y concentrar las expresiones más representativas de lo que sucede actualmente en el terreno de la poesía latinoamericana, en especifico en lugares como México, Perú, Argentina y Chile.
Este sitio trata de construir un vínculo entre obra y lector; lo aquí expuesto se erige como una invitación para todos nuestros visitantes a que ahonden más y se rodeen del mundo no tan conocido de la poesía latinoamericana de nuestros días, y es por ello que se ha elegido a internet como el medio ideal para cumplir con nuestra labor de difusión.

Manuel Gabriel Tzoc Bucup

MANUEL GABRIEL TZOC BUCUP
Ciudad de Guatemala, 1982.

Publicó su primer libro Esco-p(o)etas para una muerte en ver(sos) b-a…l…a en 2006 por la editora artesanal Folio114, pertenece al colectivo de poesía emergente s.o.p.a. (sociedad optativa de poetas anónimos). También es artista conceptual, performer, modelo de fotografía y fotógrafo. Actualmente prepara otros libros de poemas a publicar.
http://poemaanimal.blogspot.com


6

El vértigo en el cuadro de agua se detiene. Un lado del cuadro se entreabre: no puedo dejar de nombrarte. Si escribo cuchillo tarde lluviosa o azul te nombro. ¿Por dónde voy desde que el cuadro se abrió? Los deseos son malvados. Quiero olvidar. Hoy será mi último respiro. Mi último poema. Nada. No puedo dirigir a mi trapecista por los senderos de la muerte. Antes solía sentir rojas olas dentro de mi ser. Hoy me hundo en aguas negras. Debo escoger un camino por este árbol de huesos. Con el tiempo supe que el lenguaje es peligroso si no hay equilibrio. Y es un engaño decirte que pasa. No pasa. Ni pasará nunca. Quiero decir corazón sin decir corazón. ¿Qué no existen otras formas para esto? Me desgasto en los intentos de explicarte que te a… no. Ya no debo nombrarte. Pero si escribo de mí escribo de ti y de todos. ¿Cómo lograr entonces estar a solas sin contar con los otros? ME VA A SEPULTAR UNA AVALANCHA DE PALABRAS…

19
a A.P.

Te regalo cuadernos vacíos
para que escribás aventuras
“las aventuras perdidas”
de esas que se escriben y se borran
se leen y se cierran
para que grités:
¿a quién rezarle para que ya no siga?
¿a quién rogarle para que ya no prosiga?


Por hoy estoy bien
mañana
ojalá y algo me ayude:
una bicicleta azul
un escrito azul
una tarde azul en un vestido azul
hay tanto que hacer sin deseo
tanto que desear sin hacer

Te regalo lápices de colores
para que dibujés ojos
una “habitación llena de ojos”
de esos que se miran y odian al espejo
se cierran y tienen pesadillas
para que manchés tu conciencia
con actos desordenados
te regalo manías depresivas
para acabar con esto
de una vez por todas

___

Fuente: Santa Muerte Cartonera

14/6/09

Ernesto Carrión

ERNESTO CARRIÓN
Guayaquil, Ecuador. 1977

Ha trabajado en poesía el libro La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios: El Libro de la Desobediencia (2002), Carni vale (2003), Labor del Extraviado (2005) y La Bestia Vencida. Publicado en su totalidad por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Actualmente trabaja en el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo. El poemario Demonia Factory –segundo libro formal de ese nuevo trabajo- fue publicado por la editorial Zignos, Lima (2007) y por la editorial Eskeletra, Quito (2008). Publicó, junto con el poeta peruano Maurizio Medo, los poemarios Contramano (2008) y Álbum de arena [Primera Antología Binacional de Poesía Contemporánea Ecuador-Perú] (2008). Preparó el libro Identidades a Plazo [Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce] (2008). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), el Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007) y el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2008).


Adelanto de Toma esta cabeza mestiza por donde rodará un dios judío


[a]


abuelo de 31 años reparas en los posibles pedazos de carne erecta chorreando manos y muslos Miles de manos y muslos bajo un cielo estancado en el fondo de un álbum demasiado respetable para ser un álbum ¿Nuestro álbum? –me dices- y yo repto para matarte de veras Para emboscarte justo en la línea donde se dobla Yo repto para matarte de veras como hundiendo mi rodilla en una boca negra cerrada que no es mía
que nadie diga que miento que tú vives



[b]


que alguien se anime pronto a robar tu rostro y quemarlo en la habitación donde te mueves a coleccionar tu orina regada en las cordilleras del mundo aunque a veces mal repartida en tu pantalón Que alguien se anime pronto a contar la historia de lo que pasó contigo: esos delitos que ya no reconoces pero que antes abrigabas como síntomas sobrecogedores de esa aparición tuya Yo he venido para desinfectarte las manos y derrames aquí la sangre más barata alguien se anime a robar tu rostro y quemarlo en mi boca rodante



[c]


con la cabeza que defeca modiglianitos malditos entramos en todas las fiestas de la oscuridad con una jarra de vino bailándonos debajo de los ojos Enfermos de la drogadicción por el dinero escondimos la ciudad en una axila y sacamos a brincar a la serpiente por más de 30 años Fumábamos desnudos y corríamos como locos formando el rompecabezas de los pájaros derrumbados sobre la ropa interior que dejamos abandonada en cuartos plásticos Tú ya no recuerdas esos cuartos porque ibas dormido



[d]


llevándote -como ya no recuerdas- hundimos la verga sonriendo en paladares entumecidos que sonaban a cáscara partida o a fosas tan comunes como esos anaqueles que huelen a panela por armar Corríamos desnudos por todas las veredas donde nos ayudó haber sido poetas (ya que esto daba licencia en ciertos lugares) Cansado de escupirle ratas a la gente gateabas en la virulencia en la infección viral in vitro arañando a prostitutas que acaso cobraban algo para que no se les cayera el pan de entre los dientes
sí vida embustera: con todos te atreviste a jugar al muerto


____

Fuente: Santa Muerte Cartonera

1/6/09

Yaxkin Melchy Premio de Poesía Elías Nandino 2009



Más información sobre el premio: http://www.eluniversal.com.mx/notas/601802.html

Taller de poesía indie

Barraca Vorticista







Poesía Visual de Argentina

La palabra, ese territorio del hombre, germen del largo discurso o del malentendido, continente de la pasión, bomba de estruendo, sutil escondite de las intenciones.

La palabra que necesita de tantas palabras para ser explicada o que puede retirarse al aposento del silencio para no ser pronunciada. Decir mucho sin decir nada.

La palabra se ha hecho visible en alianza con la imagen. Poesía visual, la energía condensada de dos mundos provocando una intersección llameante y eruptiva.

En la reacción inmediata que provoca la obra, como una flor que se abre delante de tu vista, como un puñado de arena en los ojos, está la magia y el secreto de la gran variedad de producciones que se amontonan bajo ese título.

Luis Espinosa

Alan Mills - Poesía y violencia en Guatemala

+ El lenguaje de la violencia impone modificaciones, en diversos niveles, al propio acto de la escritura. Los dedos tiemblan, aparecen los tics corporales traducidos a imagen y las metáforas adquieren texturas donde su luz apela a la desesperación.

+ La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.

+ Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas o no a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).

+ Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora.

+ Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica, un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla.

+ Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.

+ La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de perfección técnica alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.

+ En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. Una voz fragmentada y, asimismo, destruida, está imposibilitada de ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.

+ El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural radical. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de microterrorismo simbólico, fraguado desde una nueva variante de exilio, donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.

+ Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:

“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C'est de bonne médecine”

31/5/09

Cucurto según "El Clarín"

CULTURA : DE REPOSITOR DE SUPERMERCADO A REVELACION DE LA NARRATIVA

Washington Cucurto, el escritor del país que la literatura no mira

Sexo, cumbia y marginalidad en un registro que atrapa los bordes del siglo XXI. Escritor y personaje se confunden en un juego que ya trascendió el under.



Diego Erlan
derlan@clarin.com





La literatura de Washington Cucurto tiene historias de sexo, cumbia, marginalidad; bastante incorrección política y una "prosa poética" de bailanta ("Megabardera, ultratrola, imparable, por eso la quiero tanto, por eso amo a mi ticki cumbiantera"). A su paso, cosecha fanáticos y detractores. Todo, a través de una parafernalia (modesta, pero parafernalia al fin) de marketing que lo señala ya como un escritor maldito.

Cucurto es Santiago Vega, un quilmeño tímido y grandote de 34 años, ex repositor de supermercados que juega a ser otra persona que inventó o inventaron un grupo de poetas amigos. La anécdota dice que fueron los "18 Whiskys" (Fabián Casas, Daniel Durand, José Villa, Darío Rojo, Juan Desiderio y Mario Varela, entre otros) quienes le regalaron un libro con su poema Zelarayán, y que en vez de decir Santiago Vega decía Washington Cucurto (un chiste por su frase "yo no curto"). Se hizo cargo de la broma y así nació el "monstruo" que saltó del under al establishment editorial. Emecé acaba de editarle su último libro, El curandero del amor, para enojo y envidia de bloggers y escritores. La tapa es una foto de él: el escritor y el personaje.

Tanto en poesía como en narrativa, la experiencia Cucurto es una explosión de música y desfachatez donde hay palabras inventadas, insultos a políticos y reflexiones sobre los maestros (dice sobre Borges: "¿Cómo le voy a creer a un ciego que lee?").

En la vereda de su editorial Eloísa Cartonera —que ya va por los cien títulos de literatura latinoamericana—, Vega/Cucurto dobla cartones. De esta entidad ha dicho Beatriz Sarlo que su "gran invención es la del narrador sumergido, es decir, indistinguible de sus personajes". "El personaje —dice ahora Cucurto— me liberaba para novelar, para inventar cosas. Y me editan porque mi literatura llama la atención."

Mientras que Zelarayán (un texto fundamental de la poesía de los 90) o Cosa de negros tuvieron el efecto de una bomba molotov, otros textos se diluyen en el chiste fácil, la repetición de historias y una constante autorreferencia. Para él la literatura no es más que un entretenimiento, algo que no merece más importancia que otras cosas. "Me doy cuenta de que lo mío es otra cosa, que es algo anterior a la literatura. Es como una protoliteratura, más cercano al cómic, la televisión, las crónicas de diarios o algo de los blogs. Pero no es una literatura. Literatura es otra cosa: Borges, Di Giorgio, Rulfo, Bolaño.

—¿Por qué ellos sí y usted no?

—Porque tienen... yo-qué-sé, los libros son más pesados, están escritos en serio. Lo mío es más liviano, medio al pasar.

Se ríe de él mismo, de los demás, se contradice una y otra vez. Su nuevo libro incorpora una serie de críticas a su obra, la mayoría lapidarias. Pero las absorbe y las convierte en un eslabón más de su acción cultural: "No importa si hablan bien o mal sino cómo hablan. Prefiero que hablen con fundamento, que digan algo, porque si hablan al pasar es que la lectura no les produjo nada. Creo que en los blogs fue donde mejor me han leído. Para bien o para mal."

En la vida y en la obra de Cucurto, la persona real y el protagonista de todas sus historias se confunden: "Mucha gente, cuando me conoce, se sorprende, no tengo mucha relación con lo que hago, soy bastante callado."

—Al menos sabrá bailar...

—No, yo nunca fui a bailar, no sé bailar cumbia (ríe). Es parte del personaje. No estuve nunca en Paraguay. República Dominicana la inventé yo, antes no existía (ríe otra vez). Hay cosas que son de mi vida y otras que invento. Esa es mi literatura. Ahí hay una invención de algo. Pero estaría bueno que la literatura sea motor de cambio político, intervenga, como en la literatura de Rodolfo Walsh.

—¿Cree que los intelectuales intervienen?

—Podrían intervenir más. Tendrían que generar más cosas.

—¿Y usted, que escribe libros, se considera un intelectual?

—No, soy un trabajador, che.

___

Artículo tomado de Clarín: http://www.clarin.com/diario/2006/12/08/sociedad/s-05001.htm

4to Aniversario de Quilombo

Cucurto en ESPN

Una mirada furtiva y rápida a la labor de Washington Cucurto como articulista de deportes en ESPN, no te lo pierdas en: http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=840451&s=arg&type=column

30/5/09

Iván Trejo

Iván Trejo, México

Poemas


1



Entre tus brazos y mis brazos/ hay
un puente de tela corroída
por el tiempo //sí/ animal
ermitaño en hambruna// y uno
avanza sin saber dónde ha de parar/ en el puente
justo por el punto medio/ el camino es angosto
antes o después de cualquier lugar/ o es el tiempo
si uno se asoma bajo los pilares/ será por el mar
y el vaivén que marea a los suicidas/ como un canto
a la deriva/ uno no sabe
si ya durmió bastante/ o si ya ha desesperado el ángel
o los perros de la orilla/ si es un trozo de recuerdo
lo que galopa en el pecho/ o es la bendita putería
de la soledad/ bajo qué puente/
sobre qué puente/ en qué puente/ si supiéramos
tan sólo nombrarlo/ para que venga a llevarnos
volando casi a cualquier parte/ o es el temblor de mi mano
el que piensa/ que este puente no me sostiene más.


2.18



tengo las manos

demasiado grandes/ siempre

he querido rezar/ pero en nada creo

25/5/09

LA IMAGINACIÓN O EL CORAZÓN PERDIDO DE LA POESÍA MEXICANA, por Yaxkin Melchy

mayo 18, 2009
LA IMAGINACIÓN O EL CORAZÓN PERDIDO DE LA POESÍA MEXICANA
Reírse de la cara de alguien es como reírse de un poema. Acto inútil que ha estancado a un fuerte segmento de la poesía mexicana en la superficialidad de “los buenos poemas”, en los cuales los rasgos a evaluar son: la estructura, la imagen, lo comedido, y lo acertado del tema tratado según las circunstancias actuales irónicas o televisivas. Esta superficialidad es la de los poetas que nunca podrán creer en la poesía como profecía, sueño, delirio, conocimiento, sabiduría. Los que creen que hay que hacer poemas, y no mundos nuevos, los que creen que hay que ser poetas y no profetas o magos o sabios o místicos.

Ellos se engañan porque en el fondo de sus corazones saben que toda ficción poderosa es por densidad. La densidad de una obra es que no pretende dar solo significado, sino dirección, sentido. Harry Potter es una ficción poderosa, genera movimiento, genera aspiraciones, y valores que se asimilan. Sin embargo no toda obra poderosa tiene la bendición del mercado, la ficción corre los riesgos de ser un libro más que se cierra.

Ver “lo bueno o lo malo” del poema resulta tan superficial como clasificar a sus creadores en “buenos y malos” poetas, habría que pensar en la densidad de un poema que a lo mejor no entiendo o que me mueve al enojo. La densidad del poema: un hasta adónde pretende, habría que preguntarse… y en su caso evaluar.

La ficción igualmente tiene el poder de crear a los lectores de su mundo, de su entendimiento, sean humanidades luminosas o monstruos kamikazes, sean robots o animales travestis. Ruptura es asentar una nueva tradición.

En ese sentido quizá sea tanta la ruptura del sabio que ha recorrido todas las tierras, como las del profeta loco que ha descifrado los números del universo, sean ellos los poetas que han dado cuenta de una ficción sobrehumana, he ahí la genialidad. La realidad no existe, toda ficción es realidad, nuestra realidad es una ficción.

Poemas así, obras así, plantean el desafío: una apuesta mortal contra el tiempo que vive un solo hombre.
La ficción es un rito que queda en las mentes, más allá que en sus páginas. Y algún día en que los robots sean realidades o la humanidades luminosas, los monstruos suicidas o los animales travestidos. Algunos esos de los que se callaron dirán: pero si esto lo conozco y esto es un texto que soñé. En México los caminos de las escrituras potentes están más cercanos al ninguneo por el silencio, y a veces a ser descalificados como “sinrazones”, malos poemas o como textos con partes “rescatables” (para los más benevolentes). Estos lectores enclaustrados piensan que la literatura se acaba al cerrar el libro.

Sin embargo la poesía es pan en otros sectores de nuestro país (por poner el caso de comunidades indígenas) existe un delirio poético que se lee, se siente, se comenta, se festeja y el libro siempre queda abierto en las casas.

Los grandes poetas crean porque ellos son medios, prestan la voz a ficciones poderosas: dioses, sentimientos, ciencias, artes. Las grandes ficciones crean Valor, Aspiración, las obras fuertes son Éticas.

En el panorama nacional cada vez nos cansamos más de los ya acostumbrados “buenos poetas, comedidos muchachos”. Ellos que solo repiten las ficciones de su tiempo, cubriendo un segmento entre la televisión y el reloj mercantil.
Son los “poetas correctos” para un público que al cerrar un libro sólo le queda el recuerdo de haber leído un buen poema. Nada más.

La ficción no es hacer lindos versos, “buenas” imágenes. Por origen ficción es romper y recrear las reglas. Desde las más elementales que son las de la naturaleza. En el mundo real una manzana se cae al piso, en la literatura los animales son hombres y la gente vuela, y por ende las reglas políticas, religiosas, morales, mercantiles, personales también pueden romperse y recrearse. Por eso la ficción puede poner en jaque a un sistema político entero. Ficción es poner otras reglas del juego.

Todo poeta de nuestro aprecio debería ser místico, sabio, loco, profeta, científico, medium, y nunca más volver a ser poeta, todo poeta de nuestro aprecio es aquel poeta del que no podríamos reírnos por la simple cara de su texto.

Cansancio de las caras bonitas,
imaginar el corazón perdido de la poesía mexicana.


Yaxkin . Melchy



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Tomado de: http://destruccionmasiva.blogspot.com/2009/05/la-imaginacion-o-el-corazon-perdido-de.html

16/5/09

Rocío Cerón, "Imperio"

Imperio es una acción poética, sonora y visual que conjunta el trabajo creativo de tres artistas partiendo del libro de poemas del mismo nombre. La acción conjunta la investigación y el diálogo visual y sonoro a través de la creación de texturas, imágenes, sonidos y composiciones todas creadas en específico y que da como resultado una acción donde se funden los tres lenguajes para crear en el espectador una experiencia sobre los múltiples significados de la guerra.

Con la producción de Imperio, Motín Poeta realiza su tercer producción interdisciplinaria, ésta significa una larga labor de trabajo y diálogo entre los participantes y dará cuenta al público, a los escuchas y a los lectores de las posibilidades de un trabajo en colaboración donde se ha permitido la contaminación entre distintos lenguajes artísticos para romper con la idea de un arte purista.

Imperio quiere representar un trabajo que dialogue con el aire de los tiempos y que abra el contacto entre la poesía y otras artes. La acción poética permitirá, a su vez, contactar con el público, los espectadores y los escuchas de manera más directa y en tiempo real. La acción poética que realizaremos nos permitirá sacar del soporte del libro los diversos contenidos y desdoblarlos a nivel escénico y performático.

11/5/09

El taller de la Caballeriza

El Taller de la Caballeriza
El Taller de la Caballeriza es un colectivo de arte interdisciplinario con sede en el Centro Cultural Casa Purcell de Saltillo, Coahuila, México. Reúne a músicos, teatristas, animadores culturales, artistas plásticos, videastas, fotógrafos, cocineros y poetas en torno a productos y procesos creativos identificados bajo el rubro general de poesía visual, sonora y activa: poesía en tránsito. El taller fue creado a finales de octubre de 2008. Sus bases estéticas se sustentan en dos principios:

1.- La capacidad transretórica de la poesía: la posibilidad de crear efectos poéticos mediante soportes alternativos, géneros híbridos y materia poética no textual.
2.- La descripción del ámbito poético como realidad sintética, simultánea, múltiple, móvil.

A través de este blog irán difundiéndose los productos individuales y colectivos emanados del Taller; se publicará una memoria visual de los procesos artísticos desarrollados; y se dará cuenta de reflexiones y cuestionamientos en torno a la experiencia del trabajo interdisciplinario. Asimismo, ofreceremos a los visitantes una serie de links a páginas, videos u obras que nos provocan empatía y/o nos han servido de punto de partida e inspiración para el desarrollo de nuestras propias creaciones.


7/5/09

Pecha Kucha GDL vol.I

Alfredo Guzmán Tinajero

36

La hoja saluda en silencio,
enrueda el tiempo.
Conocedora de mis intenciones,
apunta a discreción
invisibles trampas.

Cierro cuidadosamente la libreta,
me retiro en silencio.
Apago la luz.

Tomaré venganza.

1/5/09

Sobre "Carne prensada" de Sylvia Figueroa por Xitlali (Jessi) Rodríguez

Y no fue sólo cuestión de la técnica o de una nueva forma de reflejar el mundo visible. No: aquí había surgido un nuevo principio estético.
El principio consiste en que el hombre, por primera vez en la historia del arte y la cultura, había encontrado la posibilidad de fijar de modo inmediato el tiempo, pudiendo reproducirlo (o sea, volver a él) todas las veces que quisiera.

Andrei Tarkovsky, Esculpir el tiempo



Estamos frente a un libro sin final, pero que está acabando. Un libro que ve en la fotografía y su obsesión por lo eterno, el principal planteamiento. La potestad que sobre el tiempo ejerce Carne prensada, se logra con recursos forajidos del lenguaje. Esta obra trabaja con las minucias del gerundio, elemento gramatical despreciado en las construcciones del castellano y que se define como “Forma invariable no personal del verbo que suele denotar acción o estado durativos, anterioridad o simultaneidad, nunca posterioridad, y puede expresar que está siendo”.

La voz de Sylvia Figueroa (Puerto Rico, 1970) recurre a este medio, para borrar cualquier rastro de identidad física o intimista del sujeto, y manejarse a partir de los objetos que la rodean y la delimitan. Cito: “Uno sabe que ya está perdido, pero prefiere asumir la frase menos contundente aunque más terrible: algo se está perdiendo”. Esta conciencia de lo continuo de lo nuca terminado, son sentencias que asisten a lo trágico, por el simple hecho de no atisbar muerte. Las locuciones en tercera persona, acciones de lo impersonal, tratados de las cosas breves como puertas, ventanas, bolsas de plástico… latas de carne prensada y contenida, se desplazan ante la mirada de la autora para lograr una poética de la permanencia.

A partir de estos declives en la perspectiva de alguien que observa lo minúsculo, las compuertas de lo sustentable y lo perecedero se adhieren al aliento vital de la voz del poeta y son repetidas una y otra vez en la circunstancia de las conjugaciones; entonces, el ejercicio literario deviene una especie de Sísifo que remonta cada día la eternidad despeñada sobre él.

De esta manera Sylvia Figueroa vuelve sobre sus propios pasos, no para regresar, sino para avanzar hacia otro espacio en un tiempo que nunca termina, que encuentra en la misma forma, una mutación del sentido. Un truco para escapar de las cosas que por cotidianas se vuelven transparentes.

“Éste es un libro que se repite”, afirma el Intro de Carne prensada. Yo difiero, como la curva difiere del espiral del que pende. Más que un libro que se repite, es un libro-loop, un libro-secuencia, la cadena alimenticia de un organismo en sí mismo consumado y por lo tanto, un libro que mientras se lee, se sigue escribiendo.

La vigencia que alcanza Carne prensada se concreta primero en las acciones. Pero en una segunda parte del libro (pAra mirar de cErca), el texto se va haciendo conciente de una espacialidad y de su condición de objeto. El libro se percibe como cosa, como un campo material de los sentidos. Y nos muestra fotogramas o cuadros de cine extraídos del movimiento y que por lo tanto son instantes disidentes del conjunto.

Tarkovsky se pregunta en dónde reside la naturaleza del arte fílmico de cada autor, y él mismo responde: “En ese sentido se podría decir que es esculpir el tiempo”. Así pues Carne prensada es un tiempo modelado, un tiempo y su espejismo para conjurarlo, una frecuencia que se anula con los mismos tonos invertidos para lograr un libro que no es, sino que está siendo.


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Tomado de: http://elbillardelucrecia.blogspot.com/

20/4/09


EDICIONES EL BILLAR DE LUCRECIA / CONACULTA/ FONCA INVITA A LA PRESENTACIÓN DE SU MÁS RECIENTE TÍTULO, BOLA 12:

_CARNE PRENSADA_


DE LA POETA PUERTORRIQUEÑA SYLVIA FIGUEROA CON BONUS TRACK

PaRA MIRaR DE CERCa


PARTICIPAN:
ROCÍO CERÓN, XITLALITL (JESSI) RODRÍGUEZ, RODRIGO CASTILLO, SERGIO LOO


JUEVES 23 DE ABRIL (CELEBRAREMOS TAMBIÉN EL DÍA MUNDIAL DEL LIBRO)
CASA REFUGIO CITLALTÉPETL, NÚMERO 25,
COLONIA CONDESA, 19 HRS

2/4/09

Álvaro Solís

Álvaro Solís, México

Poemas


SOLÍS RESPONDE
No sabes lo que cuesta,
nadar entre los muertos,
sin latido ya dentro del pecho
con una voz diciéndote al oído,
que nades, que no te distraigas
con las mariposas que se han perdido en el mar
buscando una flor debajo del agua.

No sabes lo que cuesta,
ser uno más de los muertos
que flotan en el agua,
ser uno más de los inertes
con facciones descompuestas
ya sin ojos, con el cuello carcomido
por los peces, con una voz diciéndote
que nades, aún sin brazos,
que contorciones tu vientre,
y aletees con los muñones
que aún te quedan.

No sabes lo que cuesta llevar mi nombre.

LAS TARDES
Había en el patio un arroyo.
La casa rodeada por pitales,
por naranjas, por limas, un viejo tamarindo
y un árbol de mango como sauce.

Había un arroyo en el patio de la casa
y pavos, y gallinas agresivas que peleaban con los perros
y perros que comían a escondidas
los zorros de la noche.
Los gavilanes sobrevolaban la casa en busca del descuido,
los gallos se escondían en los pitales
cazando al gavilán.
Todo era un círculo perfecto:
el arroyo inundaba de rumor todas las tardes
y salíamos al patio en busca de la brisa
que no siempre llegaba. Pero estábamos ahí,
y la lentitud del tiempo espantaba hasta los muertos.
¡Tardes! decía el viento,
cuando la noche era ya una sustancia inevitable.

Entonces prendíamos el monte seco
y el humo se elevaba blanquecino hasta la noche.


COMO DESPUÉS DE UN DÍA DE FIESTA
Nunca la vida más amarga
que a la mañana siguiente de la fiesta.
Agrio el sabor del primer aliento,
es inmensa la sed con que se nace,
el espasmo del vómito que niega el beneficio
de comer algún bocado.
Y la memoria inconclusa, incendia,
echa a andar la tripa hasta el siguiente vaso,
hasta la tarde, hasta asomarse a la ventana al mundo,
a la calle aprisa
que hace tiempo amaneció.

Y la casa tirada, todo inmovil oliendo a tabaco.
Toda la casa,
toda la memoria
ceniza.


VIERNES DE QUINCENA
Qué soledad tan impensable,
la de aquel que se emborracha hasta perderse,
porque nadie le espera,
o porque la que lo espera durmiendo
en uno de los lados de la cama,
no es quien habita su ebrio corazón.
Qué soledad la de aquel que se queda dormido
debajo de las desveladas mesas,
la de aquel que trastabilla al pasar el umbral,
y deja prendida la llave de la puerta
y se queda dormido en la taza del baño
hasta que alguien, a la mañana siguiente,
lo despierta diciendo:

¡Amor, el desayuno está listo!


STYX
Largo, lo que se dice hondo,
es el cauce de los ríos que no llegan al mar
y llevan en sus aguas a todos nuestros muertos.
Hondo, lo que se dice largo,
es el río que no abandona su cuenca.

Largo y hondo, lo que se dice ancho,
es el río que lleva a la amargura,
invisible por debajo de las calles
en el dolor de la madre que ha perdido a su hijo,
en el dolor del hijo que nunca conocerá a su madre.

Largo, hondo, lo que se dice invisible,
recorriendo el tiempo de la vida cotidiana,
la luz de los semáforos,
y en las llantas desgastadas de la ira,
río, invisible río,
que de tan hondo, que de tan largo
parece no llegar y llega.

Largo, lo que se dice hondo,
hondo, lo que se dice turbio,
amargo es el río que será necesario cruzar cuando anochezca.

15/2/09

Washington Cucurto

Washington Cucurto, Quilmes, Argentina, 1973

Papá se incendia

Mi padre se vuelve al catolicismo
y quiere que yo también me vuelva.
Quiere que salgamos esta tarde
con una biblia bajo el brazo
a visitar a todo su público pudiente.
Mi padre quiere que le ayude a montar
un escenario sobre el techo del Abasto.
¡Para que toda la gente lo escuche!
¡Para que toda la gente lo aclame!
Mi padre pasa hablando del amor de Dios.
¡Ay, Dios mío tendré que soportarlo!
Mi padre pasa elogiando la remera
que Daniel trajo de Inglaterra.
Mi padre pasa haciendo bromas brillantes.
Mi padre, púdico sentimental, para recién afeitado
Papá se cuelga del cartel de Coto, le agarra
la electricidad y cae sobre el asfalto mugroso.
Papá pierde el conocimiento, y cree que es
Ricardo Zelarayán.
Si no estoy mintiendo un poco, ya no odia
A Enzo Francescoli.
Es más, cree que es Enzo Francescoli
Y anda haciendo chilenas por el aire.
Papá pisa un cable de su escenario y se
incendia,
desde abajo todos le tiran baldazos de agua
y le dicen: ¡Lárgate! ¡Lárgate!
Papá se larga y sale corriendo
(¡envuelto en llamas!)
hasta Tucumán y Agüero,
para el 46 hace bajar a toda la gente y se va
con el colectivo. ¡Y el colectivero de rehén!
Papá maneja el colectivo descontrolado,
el 46 da vueltas como un trompo
hasta que se mete en el Rancho A y B
donde los bolitas bailan cumbia.
El 46 dejó un gran agujero en la tierra.
Papá desapareció.
Los ratis de la 21 todavía lo andan
buscando.



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Poemas tomados de: Zurdos. Última poesía LatinoAmericana, Yanko González & Pedro Anaya, Bartleby Editores, Fundación Domingo Malagón, 2005, Madrid. Pág.92